El Infierno

Me toco nacer en una fecha clave, una fecha religiosa, cualquiera puede suponer que es una fecha en que todo tiene que brillar, sin embargo lejos de esa creencia, mi vida estuvo marcada por todo lo contrario.

Recuerdo que hace algunos años atrás unas de mis jefas de trabajo, se encargo de preguntar a cada uno, a que edad…, en que fue feliz…, le gustaría regresar, la respuesta mayoritaria fue a la adolescencia, durante los últimos años del colegio secundario, llegado mi turno, mi respuesta fue “a ninguno…, porque creo que mi época mas feliz, hasta aquí, es esta o está por venir”.

Tuve una vida totalmente atípica, nunca tuve limites, trabaje desde chico, viaje sin limite haciendo dedo, me hice cargo de mis hermanos, fui la oveja negra, y al mismo tiempo oreja y el apoyo incondicional de toda mi familia, abuelos, hermanos y padres, cargue con una mochila que día a día, año tras año, le sumaba mas y mas peso.

Hace mas de un año atrás, y a causa de nuevos problemas aparejados por mis progenitores, la espalda se me venció con tanto peso, se me partió en pedazos, y entré en una vorágine interminable de insomnio y depresión, en la que por tres meses solo dormía media hora por noche, me acostaba, me desmayaba y en media hora estaba sentado en la cama, pensando, intentando ver de que manera poder seguir, de donde sacar fuerza para volver a levantar los brazos para seguir luchando… ya no tenia fuerzas ni para levantar los brazos, hurgaba una y otra vez en mi cabeza buscando respuestas…, buscando algo que me diera fuerzas para poder continuar, recorrí mi vida de punta a punta, pasando por mi ciudad natal, por la ciudad en que me crié, por otras ciudades en que viví, por mis colegios, estatales, privados, militares, universidades, por mis trabajos, etc. y no encontraba respuesta, no encontraba fuerzas para continuar.

Intente buscar apoyo en una persona que, sin darse cuenta lo que me estaba pasando, no hizo mas que poner una piedras mas dentro de la mochila, estaba viviendo en el infierno…, a pesar de eso seguía concurriendo a mi trabajo, seguía cumpliendo con mis tareas diarias, mientras mi cabeza seguía buscando una solución…, una respuesta para poder seguir…, de donde sacar fuerzas.

Luego de tres meses y medio de vivir en el peor de los infiernos…y sin que nadie, absolutamente nadie, supiera ni suponiera nada de lo que me estaba pasando, dije “basta…, no doy más…, ya no puedo seguir así…, ya no tengo fuerzas para seguir, ni siquiera para seguir buscando, este infierno tiene que terminar” , fue ese mismo día en que tome la decisión… quitarme la vida, volarme la cabeza, durante mi jornada laboral de ese día hice las cartas de despedidas para cada uno de aquellos de los cuales creí que se merecían una explicación y una despedida.

Ya con las cartas en mi bolsillo, y mientras esperaba el colectivo que me llevaría a “mi casa”, entre comillas porque en realidad no era mi casa…, era la casa, que me dejo un amigo, que se había ido a vivir afuera, pero bue… era en ese momento, mi casa, para dejar las cartas y poner final a ese infierno.

En la esquina de donde tomaba a diario el colectivo trabaja una de mis amigas de la infancia (La Amistad II), una amiga de la ciudad en donde me crié, una amiga que conoce bien mi historia personal y familiar, pero ella trabaja hasta las 14hs… que hacia por ahí a esa hora??, creo que fue Dios quien la mandó (Dios, Ala, Jehová, Mahoma, o como quieran llamarlo), para que no hiciera un desastre. En cuanto me vio, obviando el “Hola”… me dijo: “Que tenes?? Que te pasa??”, inmediatamente me llevo a una plaza…, era invierno y hacia mucho frío, fue una charla de mas de cuatro horas, que mas que charla fue un monologo de ella, lo mío solo fue llanto y desahogo… en menos de doce horas, estaba en un consultorio, sentado frente a un psiquiatra y es así que hoy puedo decir “Acá estoy” y aun continuo mi lucha por la vida.

Desde entonces, estirpe de mi vida todo lo que me pudiese joder y/o me traiga problemas…, desde entonces comencé a vivir por mi y para mi. Entre los extirpados se encuentran mi padre, madre, algún hermano, y algunos de los que decían ser amigos.

Contar esto no es fácil… como tampoco siento orgullo… creo que fue la prueba más difícil que me toco y logre superar, como si anteriormente no hubiese pasado ninguna… No??? Ja, ja, ja!!!.

SEAL