Solo Trece Años...

Desde la separación de mis padres, a mis tres años y medio, mi padre era una visita de tan solo media hora algunas veces un poco mas, duraba lo que duraba el viaje desde la ciudad en donde vivía hasta la ciudad en donde nací.

Durante muchos años, a pesar de no vivir conmigo, lo idolatre. Hijo único y malcriado, por lo que contaron… meteorólogo en sus comienzos, y a la vez, piloto de vuelo a vela (planeadores), piloto civil y comercial, o sea todo lo ligado a la aeronáutica, algunos años antes de mi nacimiento, cambia radicalmente de trabajo y se hace viajante de un laboratorio, que luego de algunos años y haciendo una carrera en la empresa, termina convirtiéndose en Gerente General.

Uahuuu, Mi Padre…, Gerente General de una multinacional y sin tener un secundario terminado… eran otras épocas, en donde el conocimiento pesaba mas que cualquier papel de universidad, pero volviendo al tema… lo tenia idolatrado, me encantaba cuando venia, con su auto grande y nuevo, con un status superior a lo conocido.

Con el tiempo, y después de tener unas cuantas separaciones en su haber, decide que me venga a vivir con el, bue… eso de vivir es una manera de decir, ya que en los comienzos, yo vivía en el Liceo Naval, solo estaba con el los fines de semana y algunos.

Al tiempo, luego de regresar de unos de sus viajes de trabajo de EEUU, como padre y tutor, me pide la baja de dicho colegio, con el tiempo… mucho tiempo… me entero que la baja me la pide como causa de una pelea con su Sra. los motivos exactos nunca lo supe, ni me importaron… parte del daño ya estaba hecho.

Continúo mis estudios en un colegio privado de acá, de Bs. Aires, mientras tanto, mi padre dejaba que las riendas de la casa, conmigo incluido, las manejara la Sra. o como yo la solía llamar “La Lunga”, su 1,92 mts. de altura había hecho que se ganara ese apodo.

Mi padre se levantaba temprano y antes de irse me despertaba, para mi baño y desayuno matutino, antes de salir para el colegio..., desayuno que me lo preparaba una Sra. ajena al grupo familiar, nunca me gusto llamarla “mucama” o “personal de servicio”, ni nada que se le parezca, creo que es degradar a la persona, “La Lunga”, amanecía a eso de las 11, a esta Sra. le tenia prohibido entrar a mi habitación, la tenia que limpiar yo, como tampoco plancharme la ropa, si quería algo planchado, me lo debía planchar yo.

A mi regreso del colegio y mientras almorzaba, nada muy elaborado, creo que lo mas elaborado que preparo alguna vez “La Lunga”, fueron milanesas con puré, parecía que le tenia alergia a la cocina… jajaja, miraba un rato la caja boba, hasta que ella, a la media hora, me lo apagaba, diciendo… “el televisor me cansa”, era el momento en que enfilaba hacia mi habitación a, estudiar, limpiar, escuchar música, etc., hasta las 17, hora en que me tocaba hacer todos los mandados, media hora mas tarde de que yo me encerrara en mi habitación, llegaba alguna amiga y/o pariente de ella con las cuales se las pasaban tomando mates, chusmeando y mirando novelas, esto era solo hasta las 18, porque por lo general a las 19 era la hora en que llegaba mi padre.

Algún día “La Lunga”, negó a comprarme un par de zapatillas que yo quería porque decia que eran caras, zapatillas de las tres tiras, en realidad las quería porque eran las zapatillas que mas me duraban, no porque eran de marca, esto fue un día a la mañana, durante la tarde se aparece con una cuna, para su hijo… en este caso unos de mis hermanos por parte de padre, estilo Luis XV, fileteada en oro, la cual había pagado una estupidez de plata, como esto podría contar un millón de injusticias mas en poco tiempo, pero es otra historia.

Al tiempo y luego de una gran discusión con ella, mi padre me agarra de rebote, cuando regresaba de buscar un vaso de gaseosa a la heladera, no se el motivo, pero hoy en día me sigue resonando en la cabeza esas palabras que me dijo: “Yo no siento nada por vos y si no hubieses existido hubiera sido mucho mejor, si vivís acá es solo porque no quiero tener problema ni con tu madre ni con tu abuela”… el ídolo se me había caído del pedestal, luego de encerrarme en mi habitación, y estallar en nervios, destruyendo las puertas de los placares con un estilete, la Lunga entra por el ventanal del bacón terraza, diciendo “A ver borrego de mird… si dejar de hacer ruido que tengo el nene durmiendo”, la mire y comencé a caminar hacia ella con el estilete en punta diciéndole, “vení, parame vos”, automáticamente desapareció de mi vista, al día siguiente, al medio día, luego del colegio y con mis ahorros, fruto de los vueltos de los mandados, me tome el micro de nuevo hacia el interior..., solo…, sin decir nada a nadie…, solamente con lo puesto…

Mi edad… trece años, la yeta… es el mismo año en que ya instalado en el interior, y unos meses mas tarde, debía hacerme cargo de mis hermanos...

SEAL